Con el tiempo, vamos añadiendo algunos accesorios.
La lista no es exhaustiva.
Los pesos para los pies.
Muy útiles para desarrollar los glúteos, los isquineos o los aductores.
El tapete.
Indispensable para los ejercicios de suelo.
La barra hammer.
En combinación con la barra Larry Scott,
sigue
siendo muy interesante para el entrenamiento de brazos o para el pullover.
La faja.
¡Estoy en contra!
Prefiero
ser consciente de las posiciones de la columna y un refuerzo de los músculos vertebrales, a una hipotética seguridad garantizada por la faja.
Esta
idea se aplica a los principiantes y a quienes entrenan con cargas humanamente razonables. No está dirigido a halterofilistas.
Si está bien entrenado y ejecuta correctamente agachamientos con 150 - 200 kg, ¡póngase una faja!
En
contrapartida,
efectuar
toda la sesión de entrenamiento con la faja apretada alrededor de la cintura es un disparate, pues reduce considerablemente el entrenamiento de los abdominales durante la ejecución de varios ejercicios.