FORMA, y DIETÉTICA. |
|
|
|
|
|
La alimentación que se preconiza para los deportistas, en todas las actividades, también se aplica en el caso de deportes practicados en ambientes fríos (consultar el artículo "Alimentación durante una competición "). |
Una práctica corriente, que se ha revelado incorrecta, consistía en aumentar el aporte de grasas (lípidos), con el objeto de precaverse contra el frío. > Esta práctica, inspirada en el mundo animal, no puede ser adaptada al hombre. Una alimentación cuya dosis diaria esté formada por 30 a 33 % de lípidoses suficiente para suministrar la grasa necesaria. Un deportista vestido convenientemente y en movimiento, no necesita ningún suplemento de grasa. Como para cualquier deportista, lo que importa son las reservas de glicógeno muscular que posibilitan el trabajo del músculo; por ello, las instrucciones de preparación para la competición, relativas a la acumulación de glicógeno también se aplican a esta situación (consultar el artículo "Dieta disociada escandinava y sus derivados"). Para conservar el calor del cuerpo en un ambiente frío, el organismo emplea ¾ partes de energía. Pero esto es una constante: sea cual sea la temperatura exterior (caliente o fría), ¾ de la energía empleada sirven para garantizar la termorregulación del cuerpo y ¼ sirve para la contracción muscular. Sin embargo, las pruebas en ambientes fríos pueden durar mucho y el gasto energético correspondiente puede ser muy elevado; en este caso, la dosis alimentaria diaria debe ser aumentada en relación a los aportes habituales. A título indicativo, sepa que el gasto energético es el siguiente:
El aporte hídricodebe compensar las pérdidas de agua originadas, en gran parte, por la respiración (si bien, las pérdidas de sudor pueden ser menos importantes que en un clima más templado). |