DEPORTE,

    FORMA,

    y DIETÉTICA.
This page in :
  Français   Français.  
  English   English.   
  Português   Português. 
   Inicio |  Pectorales |  Dorsales |  Hombros | Brazos | Abdos-Lumbares | Muslos- Glúteos |  Piernas |      |  Gimnasia | Stretching |      |  Anatomía |  Léxico |  Iniciar |



LA PRÁCTICA DEPORTIVA SENIOR

La actividad física debe ser controlada y adaptada al estado fisiológico del deportista de edad superior a 65 años.


Los incidentes registrados son de tipo muscular, tendinoso o articular (en un 10 a 30 % de los individuos).

Con la edad, la masa proteica muscular se ve reducida y la velocidad con la que se renueva disminuye.
Para permitir un esfuerzo muscular sin problemas, la alimentación debe proporcionar una cantidad suficiente de proteínas (el 15 % de la dosis diaria o 1,2 g/kg/d de proteínas alimentarias).

Con la edad, se crea una carencia de calcio,  que muchas veces facilita las fracturas óseas que una práctica deportiva mal adaptada o demasiado violenta multiplica.

A partir de los 50 años, la absorción digestiva del calcio disminuye.
Es indispensable que haya un aporte diario de 1200 mg de calcio.

Esta dosis puede ser proporcionada por los siguientes alimentos :
    Leche 130 mg/100 ml
    Queso Gruyère 1000 mg/100 g
    Camembert 250 mg/100 g
    Carne 10 mg/100 g
    Huevo 55 mg/1 unidad
    Pescado 20 mg/100 g
    Pan 20 mg/100 g
    Verduras 40 mg/100 g
    Fruta 30 mg/100 g

La deshidratación es rápida en las personas con más de 65 años, por lo que se impone un aporte de líquidos distribuido a lo largo del día, y aún más durante el esfuerzo. La cantidad diaria no debe ser inferior a 1,5 litro. Con temperaturas elevadas, deberá ser aumentada.

La calidad de la alimentación permite una práctica deportiva sin ningún problema.

No obstante, conviene consultar regularmente a un médico, con el objeto de seguir practicando el deporte elegido, con total seguridad.