DEPORTE,

    FORMA,

    y DIETÉTICA.
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PREVENCIÓN DE CALAMBRES Y TENDINITIS

LOS CALAMBRES


La aparición de un calambre puede deberse a varias causas.

El calambre puede surgir duranteo inmediatamente después de un esfuerzo.
En este caso, es preciso interrogarse sobre la calidad del entrenamiento realizado previamente.

El calor o un esfuerzo prolongado pueden causar calambres.

Es interesante observar que la mayor parte de las calambres registrados se producen en los  miembros inferiores, ya que son los que intervienen en el esfuerzo, sea cual sea la actividad deportiva practicada.

Dado que el calambre es el resultado de una disfunción de la contracción muscular, podemos pensar que resulta de uno de los elementos que intervienen y que permiten esa contracción.
Al parecer, el calambre surge cuando las reservas de glicógeno muscular se han agotado o gastado. Esto implica una falta de glúcidos alimentarios.

No obstante, un calambre también aparece  durante el descanso , lo que nos hace sospechar otras causas.
Así, los calambres, muchas veces nocturnos, se producen por carencias de vitaminas y minerales . Este déficit no permite una contracción muscular normal (el calcio interviene en la contracción muscular, las vitaminas B1, PP y C intervienen en el metabolismo de los glúcidos,  indispensables también para la contracción muscular).

Podemos considerar diversas medidas dietéticas, eficaces en la lucha contra los calambres:
  • Consumir glúcidos en cantidad suficiente (azúcar) antes de realizar el esfuerzo (consultar "Dieta disociada escandinava y sus derivados") y también durante el esfuerzo, si éste es prolongado; no olvidar una dosis de recuperación adaptada al esfuerzo realizado.
  • Tenga cuidado para no consumir demasiado café o té antes de realizar esfuerzos; la cafeína puede favorecer la aparición de calambres.
  • Adoptar una alimentación equilibrada y variada, con el objeto de evitar carencias de vitaminas y/o minerales.
  • Consumir regularmente verdura y fruta fresca, crudas siempre que sea posible, cereales y derivados integrales, y un lácteo en cada comida.


LAS TENDINITIS Además de la utilización de material inadecuado, los entrenamientos no adaptados y/o con movimientos inapropiados provocan tendinitis. Éstas, muchas veces, se producen por una hidratación insuficiente.
En menor porcentaje, las tendinitis pueden surgir como consecuencia de una hepatitis viral o de cualquier otro problema hepático (del hígado).
Una tasa elevada de ácido úrico también puede provocar una tendinitis.

Teniendo en cuenta la variedad de causas, se debe dar prioridad a una higiene dietética adaptada:
  • Una hidratación suficiente antes, durante y después del esfuerzo, pero también diariamente, al margen de cualquier esfuerzo físico (consultar "La hidratación").
  • Como consecuencia de un problema hepático, lo sensato sería limitar el consumo de carne (preferir las proteínas lácteas), de grasas, de especies y eliminar el alcohol.
    En este caso, es importante tener acompañamiento médico.
  • Como consecuencia de una tasa elevada de ácido úrico, es conveniente reducir el consumo de proteínas, dando prioridad a las lácteas y beber, por lo menos, 2 litros de agua bicarbonatada.
    En este caso, es importante un seguimiento médico.